viernes, abril 19, 2024

«Lo que de verdad nos interesa son las buenas canciones»

 

ENTREVISTA | Pedro Guerra y Javier Álvarez Músicos y cantautores

Pedro Guerra y Javier Álvarez. / JERÓNIMO ÁLVAREZ

Gabriel Núñez Hervás

Córdoba 19 ABR 2024 6:01


«Seguimos siendo niños, escolares aplicados, siempre curiosos». La frase de Javier Álvarez (Madrid, 1969) define el espíritu y la energía de la gira Aunque ya no soy dos, una aventura excitante que ha elegido Córdoba como el espacio idóneo para dar su primer paso. Es el plato fuerte de Córdoba Trovadora, un encuentro en el que su director, Rafa Bocero, reivindica etimológica y culturalmente el papel de esta ciudad en la génesis y el desarrollo de la canción de autor.

Javier Álvarez y Pedro Guerra (Güímar, Tenerife, 1966) son las dos voces más autorizadas y escuchadas de aquella generación de cantautores que revolucionó no sólo el concepto del género sino también el mercado musical de los años 90. Cuando todo el panorama sonoro se rendía al indie, al techno, a la salsa o al grunge, llegaron unos tipos armados con seis cuerdas bien afinadas, varios versos certeros, toneladas de carisma y muchísima sensibilidad, y asaltaron el cielo de la industria y de la memoria. Hace ahora treinta años, Pedro Guerra celebraba el éxito de su tema Contamíname en la voz de Ana Belén y Víctor Manuel y cantaba tres de cada dos martes en el Libertad, 8 (ese pasillo, infinito pero estrecho, en el que congregaba a una afición creciente y entregada). Mientras tanto, entre la luz de un túnel del Metro y la sombra de los árboles del Retiro, Javier ensayaba los deliciosos temas de su primer álbum. Que esta gira se estrene en Córdoba no parece casual. Esta ciudad no olvida las noches de Pedro Guerra en La Peña Egabrense. Y Javier Álvarez era casi fijo en las alineaciones de Cosmopoética durante muchos años.

-El concierto que ofrecéis este sábado en el Teatro Góngora tendrá una dosis alta de nostalgia pero, conociéndoos, no se limitará a volver a abrir las páginas del pasado.

Pedro Guerra (PG): Hay un componente inevitable: treinta años después de cuando todo empezó, va a venir a vernos gente que quiere regresar a una época de sus vidas en la que nosotros, de alguna manera, fuimos importantes para ellos. Dicho esto, está claro que también hay una mirada al futuro, porque ninguno de los dos nos quedamos en aquella época. Ni yo me quedé en Golosinas ni Javi en La edad del porvenir. Hemos evolucionado.

Javier Álvarez (JA): Claro, estamos encantados de celebrar con la gente esos tiempos, y también el aquí y el ahora, pero tenemos ganas de cosas nuevas. Este concierto abarca todo. Es una celebración del pasado, y ahora vamos a ver a dónde nos lleva todo esto.

-Aunque «ya no sois dos», este deseo de reencontraros no es nuevo...

JA: Pedro y yo somos muy distintos pero siempre hemos sabido y comprobado que nos compenetramos mucho, y creo que la riqueza nace de que, al venir de distintas fuentes, cuando nos juntamos, crecemos. Por eso queríamos hacer algo como esto.

PG: Claro, es algo que desde hace treinta años ha estado ahí, pero el hecho de que Córdoba quisiera vernos así nos ha animado mucho.

JA: Más allá de la evidente conexión musical, lo que surgió desde el primer momento entre Pedro y yo fue una admiración mutua y una amistad inevitable. Y eso es algo que se ha mantenido durante todo este tiempo.

-Una de las cosas que más llamaba la atención cuando empezasteis eran vuestras referencias musicales. No os quedabais en Silvio Rodríguez, Serrat, Sabina... Pedro citaba a Portishead, Manu Chao, Björk... y Javier a Suzanne Vega, Nanci Griffith o Michael Jackson. ¿Qué os interesa más de la música actual?

JA: Yo soy muy ecléctico y, como Pedro, estoy abierto a muchas influencias. Pedro está haciendo Parceiros colaborando con todo tipo de géneros y artistas, algo que me parece muy enriquecedor... Y yo estoy apasionado con dos artistas absolutamente mainstream: Rosalía y C Tangana. Son los cantautores que más me gustan ahora mismo. Junto a su discurso musical, que es altísimo, para mí son cantautores de libro.

PG: En los 90 había una batalla que ahora es evidente que era absolutamente casposa entre los indies, los jazzies, los clásicos y los que hacíamos otras cosas. Por suerte, treinta años después, eso ya está muy difuminado. Hoy, C Tangana puede invitar a Kiko Veneno y a Jorge Drexler, y saben encontrarse. O yo puedo hacer un tema con Cruz Cafuné o con Alice Wonder y también nos encontramos.

-¿Creéis, entonces, que habría que redefinir el concepto de cantautor?

JA: Cantautor es un término que se atribuye o se identifica con Bob Dylan, pero yo creo que fue Woody Guthrie quien lo usó por primera vez. Lo interesante es que cantautor, en su origen es songwriter, que no es exactamente lo mismo, pero también había otra expresión, que para mí es la definitiva: SingerSongwriter. Y ahí entra Beyoncé, Madonna... O cualquier artista pop que sea «cantacantautor».

PG: Más que redefinir el género, lo que sí está en mi cabeza desde hace años es que a mí lo único que me importa son las canciones. Si hay una buena canción, me da igual que la haga Rosalía o los Arcade Fire.

Já: Exacto. Lo que de verdad nos interesa son las buenas canciones.

sábado, abril 06, 2024

Víctor Hugo y la dignidad de la belleza


Por Pablo Hernández Jaime | Marzo 2024


La novela de Víctor Hugo, Nuestra Señora de París, es sumamente interesante por su estructura, que recurre a una suerte de viñetas de distinta naturaleza. En unas, se nos presenta la evolución y organización arquitectónica de París. En otras, el autor aprovecha algún evento para presentar y caracterizar a sus personajes. También hay viñetas donde estos personajes entran en acción, construyendo la narrativa central de la novela. Hay momentos en los que el autor elabora reflexiones teóricas, por ejemplo, sobre cómo el arte y la tecnología sirven de vehículos para la reproducción de ideologías. Aquí, resulta curiosa la manera en que Víctor Hugo se aproxima a las tesis que Walter Benjamin desarrollaría un siglo después en La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.

El libro continúa así, con viñetas que sitúan a los actores en su contexto y desarrollo histórico, dando profundidad y sentido a los escenarios y comportamientos. Por lo mismo es que no resulta baladí detenernos en el tema que da motivo a este artículo: los criterios estéticos de la ética.


Víctor Hugo nos presenta a Quasimodo, nombrado así en parte por su particular condición: jorobado, cojo, tuerto y deforme, en una palabra: feo. Este solo rasgo va a estar presente en toda la obra, pues es el que más distingue a Quasimodo y el que va a estructurar en gran medida su experiencia.


La fealdad le granjea a Quasimodo las peores opiniones y actitudes de los demás, lo que siembra en él un rencor y desprecio recíprocos. Al respecto hay dos momentos que considero emblemáticos: el primero es la adopción de Quasimodo, por el arcediano Claude Frollo, tras su abandono a las puertas de la iglesia con solo cuatro años. Aquí, Quasimodo fue rescatado de una muerte casi segura, pues ante su fealdad, las cuatro ancianas que lo hallaron no figuraban mejor idea que la de ahogarlo o quemarlo, considerándolo más un “monstruo” que un ser humano.


El segundo momento ocurre 16 años después, con Quasimodo siendo azotado en la plaza, tras ser arrestado y juzgado. Tras una hora de castigo tortuoso bajo el sol, y ante los ojos de la gente, que lo veía con cierta satisfacción, pues gustaban ver castigar al objeto de su desprecio, Quasimodo clamó por agua. La respuesta fue una risa unánime. El diagnóstico de Víctor Hugo: Quasimodo era “más grotesco y repugnante que digno de compasión”.


Tal parece que hubiera una tendencia a propiciar o al menos permitir que el mal se pose sobre aquello que juzgamos feo o desagradable, mientras, lo que nos place por su belleza es procurado y protegido. Este es el punto que quiero resaltar: con frecuencia y descuido, nuestras valoraciones estéticas se traducen en criterios éticos. Juzgamos algo como bello y le procuramos el bien por su belleza. Juzgamos algo como feo y buscamos o permitimos su destrucción.


El primer problema aquí es que, para ser justos, nuestro juicio estético sobre otros seres no debería traducirse en su mayor o menor dignidad. Sin embargo, el problema no se restringe a la novela. En la realidad, la belleza percibida es uno de los muchos factores de desigualdad social, misma que condiciona beneficios escolares, laborales e incluso de indulgencia jurídica, sin mencionar los beneficios en términos de bienestar percibido.


El segundo problema es que la belleza no es, en buena medida, algo natural y espontáneo, sino el resultado de una doble historia: la historia de nuestro concepto de belleza y la historia de aquellos con recursos para procurarse este atributo. Ambas historias están relacionadas, pues los potentados, debido a su riqueza, prestigio, poder e impronta simbólica en la sociedad, tienen más probabilidades de moldear los conceptos y nociones de belleza a su imagen y semejanza, al tiempo que suelen tener los recursos y condiciones para procurársela.


Las desigualdades se entrecruzan y los privilegiados se embellecen, volviéndose objeto de deseo, y convirtiendo a pobres y marginados en su propio objeto de desprecio, generando incluso la posibilidad de regodearse en la destrucción del otro, como ocurrió en el escarmiento público de Quasimodo. Por eso, aunque la percepción de belleza parezca puramente subjetiva, cabe preguntarse cuál es su origen y, quizá más importante, cuáles son sus implicaciones.


Pablo Hernández Jaime es doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México e investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.

sábado, marzo 02, 2024

SABELLA

 

Ahora sabemos que antes de jugar con Irán, Messi dijo: "¿Quién sabe cómo juegan estos terroristas?" (el pibe es un talento, pero poco sabe de ideologías). Sabella paró el entrenamiento y dio una larga charla al seleccionado. No habló de tácticas ni de jugadas. Les explicó el proceso histórico de Irán, desde los persas hasta la situación geopolítica estratégica del presente. Eso hizo que antes de iniciarse el partido, Messi hablara con el capitán de los iraníes y le preguntara, con respeto, sobre cómo estaban en su país. 

Cuando terminó el partido con Bosnia, los periodistas se quedaron con la boca abierta cuando Di María expresó lo que significaba haber jugado con un equipo integrado por "los bebes de la guerra". Y hay muchos relatos más que testimonian la tarea integral, cultural, de Sabella. 

Las charlas de este técnico con la selección, fueron denunciadas ante Grondona por el representante de AFA: "este tipo (por Sabella) se mete en cosas que nada tienen que ver con el futbol...Les está quemando la cabeza a los chicos".

Lo que estaba haciendo Sabella, era enriquecerles su humanidad, ampliarles la visión, poniendo en sus cabezas algo más que una pelota. 

Esto es lo que hizo que esta selección fuera única, nueva y que un día se negaran a jugar un partido en un estadio israelí, construido sobre un poblado palestino exterminado: la impronta dejada por un verdadero maestro de la vida

¡NUNCA TE LO CONTARÓN, NI TE LO CONTARAN LOS MEDIOS DE COMUNICACION HEGEMONICOS!

Gabriel Barra

Del muro

De Fernando Aguinaga

sábado, febrero 24, 2024

Podemos ser grandes amigos pues yo odio a Franco

 Cuando Gabriel Garcia Márquez (Gabo) vivía en Londres, decidió un dia con su esposa visitar un pub mexicano, en ese pub cantaba un joven muy delgado, flaco, enjuto y canta unas canciones que él mismo escribe, se presenta como Joaquín Martinez y por su acento esta claro que es de España, Gabo y su esposa están absolutamente maravillados por las canciones de Joaquín.


Al terminar el recital, se acercan Gabo y sra. y le dicen a Joaquín tu escribes mejor que Neruda, que Vallejo, que Lorca, eres un poeta increíble, luego se sientan los tres en una mesa, en medio de la conversación Joaquín les dice «yo vivo aquí en Londres porque tuve que escapar de España, la España de Franco, puse unas bombas en un banco como medida de protesta por la dictadura de Franco», ahh caramba le dice Gabo podemos ser grandes amigos pues yo odio a Franco,.. Continúa Joaquín contando «yo tuve que escapar de España, porque me querían meter preso sobre todo mi padre, porque el es policía, entonces un amigo muy parecido a mi me dio su pasaporte para venir a Londres, y aquí soy Joaquín Martinez. Gabo le dice» entonces serás famoso y mucho como Joaquín Martinez, noo le dice Joaquín «seré conocido como Joaquín Sabina, porque Sabina es el apellido de mi madre.



Tomado del Blog Historias de Gabo (Gabriel García Márquez)

miércoles, febrero 14, 2024

10 películas soviéticas ICÓNICAS sobre el amor para ver ONLINE

 10 películas soviéticas ICÓNICAS sobre el amor para ver ONLINE

27 ENERO 2024

ALEXANDRA GÚZEVA

Eldar Riazánov/Mosfilm, 1962

Obras clásicas atemporales que uno puede ver una y otra vez. A continuación, destacamos algunas de las mejores películas y mostramos enlaces para verlas online. Disfrutadlas.

1. ‘Primavera en la calle Zaréchnaia’ (1956)


Félix Mironer, Marlén Jutsíyev/Estudio de Cine de Odesa, 1956

Esta fue una de las películas soviéticas más populares de la década de 1950, vista en el cine por 30 millones de personas. De hecho, fue percibida como un himno al nuevo estilo de vida soviético de posguerra. El melodrama romántico trata de una joven maestra que es enviada a una ciudad industrial para educar a los trabajadores de la planta local. Allí conoce a un apuesto huelguista ejemplar. Pero, al ser ambos personas orgullosas e independientes, no pueden limitarse a estar juntos, sino que luchan con sentimientos complicados.


2. ‘Cuando pasan las cigüeñas’ (1957)

Mijaíl Kalatózov/Mosfilm, 1957

Una pareja de jóvenes locamente enamorados pasean toda la noche por Moscú hasta el amanecer. Por la mañana, parece que los nazis han atacado la URSS y ha comenzado la Segunda Guerra Mundial. La mujer permanece en Moscú, mientras su amado se dirige al frente...

Se considera una de las películas soviéticas más románticas y, al mismo tiempo, más dramáticas. Y una de las pocas películas sobre la guerra que no contiene escenas bélicas. Dirigida por Mijaíl Kalatózov, fue la única película soviética y rusa que ganó el principal premio del Festival de Cannes: la Palma de Oro.

3. ‘Velas escarlatas’ (1961)

Alexánder Ptushkó/Mosfilm, 1961

Se trata de una adaptación a la pantalla de la novela de aventuras con el mismo nombre del escritor soviético Alexánder Grin. La hija de un marinero jubilado que vive junto al mar (en una tierra ficticia) parece un poco rara para los demás. Y es que al escuchar las palabars de un viejo mago cree que un día llegará un príncipe en un barco con velas escarlatas para llevársela. Pero la historia final demuestra que nuestros deseos pueden hacerse realidad.


4. ‘La balada del húsar’ (1962)

Eldar Riazánov/Mosfilm, 1962

Se trata de un gran musical sobre la guerra de 1812, en la que Napoleón invadió Rusia. Una chica de 17 años no quiere conformarse con ser una niña, así que se viste de húsar y se dirige a la guerra. Es aceptada en un regimiento de húsares sin que nadie sospeche que es una chica. Pero, al mismo tiempo, se enamora de un apuesto y valiente militar.



5. ‘Ironía del destino, o goce de su baño’ (1976)

Eldar Riazánov/Mosfilm, 1976

Esta película es la favorita de los rusos. Se emite por televisión cada 31 de diciembre. Pero, a pesar de una trama compleja que se desarrolla en Nochevieja, también es una comedia muy romántica. Un soltero de unos 30 años que vive con su madre se emborracha con sus amigos en una bania (sauna rusa) pública. Accidentalmente, le colocan en un avión que se dirige de Moscú a Leningrado. Como los barrios residenciales de las ciudades soviéticas tenían un diseño muy similar, encuentra la misma calle y la misma casa, e incluso las llaves le sirven para abrir la puerta de un apartamento que no es el suyo. Pero, ¿qué ocurre cuando aparece la verdadera propietaria (que resulta ser una bella mujer)?

6. ‘Idilio de oficina’ (1977)

Eldar Riazánov/Mosfilm, 1977

Un trabajador de oficina tímido e introvertido sueña con progresar en su carrera, pero no lo está consiguiendo. Entonces, un viejo amigo le aconseja que flirtee con su jefa. Pensando que es una vieja fea, de repente descubre que es mucho más joven... y guapa... ¿Cómo acabará este romance de oficina? Además, esta película también es una divertida comedia.


7. ‘Moscú no cree en las lágrimas’ (1980)

Vladímir Menshov/Mosfilm, 1980

Esta película ganadora de un Óscar cuenta la historia de una joven de una ciudad provincial que va a Moscú y encuentra trabajo en una fábrica. Ella sueña con una gran carrera. Tras quedarse embarazada accidentalmente y ser abandonada por su novio, sigue trabajando duro y estudiando en la universidad, y consigue tener éxito. Pero, ¿qué pasa con el amor?

8. ‘No podrían ni imaginárselo’ (1981)

Ilyá Frez/Estudio Central de Cine Infantil y Juvenil de M. Gorki, 1981

Se trata de un melodrama sobre una estudiante llamada Katia, que empieza a salir con Roma. Se conocen en el nuevo instituto al que la chica se ha trasladado recientemente. Mientras otros compañeros se burlan de su relación, sus padres se oponen a este amor juvenil e intentan separarlos. Pero nada puede interponerse en el camino del amor, ¿verdad?


9. ‘Estación de tren para dos’ (1983)

Eldar Riazánov/Mosfilm, 1983

Un pianista viaja por la Unión Soviética en tren. Durante una larga parada en una estación de una pequeña ciudad, va a un restaurante a almorzar. La comida es horrible y se niega a pagar, pero la camarera no le deja marcharse. Mientras discute con ella, el pianista pierde el tren. Así que se ve obligado a quedarse en la estación durante dos días hasta que llegue el siguiente, y acaba haciéndose amigo de esa camarera...



10. ‘El amor y las palomas’ (1985)

Vladímir Menshov/Mosfilm, 1985

Éxito de taquilla soviético, sigue siendo una de las películas más populares entre los rusos y sus citas se han convertido en dichos populares. Un hombre que vive en un pequeño pueblo es un gran soñador. Gasta mucho dinero y tiempo en sus palomas, mientras su mujer le grita constantemente. Un día, decide irse de vacaciones solo y conoce a una interesante mujer de ciudad. Pero, ¿tienen algo en común?



viernes, febrero 02, 2024

La cerveza soviética.

 La cerveza "Zhigulevskoye" era una de las más populares y difundidas en la URSS (¡se producía en 735 fábricas a lo largo del país!). 

Por supuesto, los amantes de la cerveza también recuerdan "Moskovskoe", "Martovskoe", "Nevskoe" y muchos otros nombres, pero el más popular fue Zhigulevskoe. La malta para la cerveza Zhigulevsky era casi especial: la cebada se seleccionaba cuidadosamente, también se remojaba en agua durante hasta tres días y se soplaba periódicamente con aire. 

Posteriormente se colocó en tanques especiales que mantuvieron su temperatura y humedad. Además, la cerveza Zhigulevskoye era casi la única que envejecía durante 21 días, aunque en los años 60 se introdujo una nueva tecnología que permitía envejecer hasta 11 días.

domingo, enero 28, 2024

La televisión en la URSS

 ¿Cuántos canales de televisión había realmente en la URSS?

La mayoría, sin dudarlo, responderá: "Dos canales. ¡Primero y segundo! Otros darán una cifra entre tres y cinco.

La situación no era homogénea en toda la URSS, siendo un país muy grande. El primero y el segundo canales fueron los principales, el tercero local, donde las transmisiones se retransmiten en su lengua materna. Dato interesante: algunas regiones de la Unión Soviética solían estar en el área de cobertura de múltiples estaciones de televisión simultáneamente y, además de su propio canal regional, también se emitió un canal de televisión desde una región vecina.

En la zona de Moscú y Leningrado había cuatro canales de televisión y un canal satelital "Orbita", que también llegó a los residentes de las ciudades soviéticas más remotas.

En la capital, también existía un "Canal Técnico", que en tiempos soviéticos se llamaba el "Sexto Programa de Televisión Central". Su perfil coincidió de alguna manera con un canal educativo, científico y tecnológico.

Tienda de televisión, Novgorod, URSS, 1984.

Hasta el 2 de noviembre de 1989 la televisión y la radio estatales tenían el monopolio de las transmisiones de televisión y radio y sólo con el fin de la Unión Soviética se emitió la primera televisión comercial. 



«Lo que de verdad nos interesa son las buenas canciones»

  ENTREVISTA  | Pedro Guerra y Javier Álvarez Músicos y cantautores Pedro Guerra y Javier Álvarez. / JERÓNIMO ÁLVAREZ Gabriel Núñez Hervá...