martes, abril 29, 2025

50 años del 'Canto a la libertad', el éxito de un "cantautor atípico"


Daniel Monserrat, David Chic

viernes, abril 25, 2025

Zeca Afonso, siempre

Publicado en Febrero del 2017

En el día en que se cumplen 30 años de la muerte de Zeca Afonso,recordamos la música del maestro, autor y músico que estuvo en el lado correcto de la Historia.

Hablar de José Afonso (José Manuel Cerqueira Afonso dos Santos) no necesita presentación. Mucho se ha escrito sobre su vida y detalles sobre ella. Ya conocemos su música y, a través de ella, la realidad del país amordazado por la dictadura.

En las numerosas líneas escritas sobre esta gran figura de la música y de la intervención portuguesa, nos encontramos invariablemente con su opción por la no militancia. Pero pocas veces leemos que algunas de sus canciones fueron un acto militante de denuncia y fuerza, de alguien que sabe que sólo a través de la lucha podemos salir adelante.

En 1961, José Dias Coelho, artista visual y activista comunista, fue asesinado en una calle de Lisboa por la Policía Internacional de Defensa del Estado (PIDE). “El pintor ha muerto”, anunció Zeca Afonso en la canción que le dedicó: “La muerte ha salido a la calle”.

En 1965, la activista comunista Conceição de Matos, de 29 años, fue arrestada y conducida a la sede de la PIDE en la Rua António Maria Cardoso, en Lisboa, donde fue sometida a diversos métodos de tortura. Zeca Afonso rindió homenaje a su coraje y determinación.

En 1964, el también músico protesta Adriano Correia de Oliveira grabó un álbum de cuatro temas, que incluía un poema del luso-mozambiqueño Reinaldo Ferreira, musicalizado por José Afonso: «Menina dos olhos tristes». La censura prohíbe rápidamente el álbum pero no logra borrar la música. 

En 1969, Zeca se aventuró a grabar un sencillo con el mismo título, el cual también fue eliminado por la censura. Lo que está en juego es la guerra colonial y los numerosos soldados que murieron en ella.

Aún en 1969, como parte del álbum Contos Velhos Rumos Novos , Zeca Afonso denunció uno de los métodos utilizados por la PIDE, que invadía las casas por la noche. “Era de noche y se lo llevaron”, le puso música Zeca.

En 1971, en el álbum Cantigas de Maio , rindió homenaje a la mujer que “Alentejo vio nacer” y “Baleizão vio morir”. Catarina Eufémia, éste es también el título de la canción dedicada a la mujer que fue asesinada el 19 de mayo de 1954 por las fuerzas del régimen fascista mientras luchaba por el pan y el trabajo.

En 1973 Zeca actuó por todos lados pero vio muchas sesiones prohibidas por la PIDE. En abril fue arrestado y fue trasladado a Caxias, donde permaneció hasta finales de mayo. Durante este período escribió el poema «Era Um Redondo Vocábulo» que luego sería incluido en el álbum Venham Mais Cinco , grabado en París y editado por Natal.

«Grândola, Vila Morena» es una canción esencial en el repertorio de Zeca Afonso y de la vida democrática portuguesa, de lo contrario no habría sido la segunda señal para la Revolución de Abril, elegida por el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA).

«Pero si hay un compañero esperándote, no faltes al encuentro, sé constante». La letra es de la canción «Tinha uma sala muito mal Iluminação» , parte del álbum Enquanto há força , grabado en 1978.

Galinhas do Mato , lanzado en 1985, fue su último álbum. José Afonso murió el 23 de febrero de 1987, en el Hospital de Setúbal, víctima de esclerosis lateral amiotrófica, diagnosticada en 1982.





martes, abril 22, 2025

Vargas Llosa y los cuervos de la reacción. Notas desde la Casa de las Américas

 Cubarte


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Al final de Historia de Mayta, novela sobre el fracaso y el sinsentido de la Revolución, Mario Vargas Llosa imagina un Perú invadido por tropas cubanas (y bolivianas) que obligan al gobierno militar de su país a pedir una intervención de los marines estadunidenses. Más que una fábula sobre la historia, esa anécdota parece una radiografía de la deriva ideológica de un autor que nos fuera tan cercano durante años particularmente intensos.

Ahora que se disipan las reacciones inmediatas provocadas por su muerte, la Casa de las Américas se siente en el deber de recordar que su relación con Vargas Llosa transitó de la amistad y la admiración profundas, e incluso de las discrepancias propias del debate franco y respetuoso, a una repentina y estentórea ruptura que la fundadora de la Casa y heroína revolucionaria Haydee Santamaría denunciara en una sobrecogedora  e inolvidable carta: «Usted no ha tenido la menor vacilación de sumar su voz –una voz que nosotros contribuimos a que fuera escuchada– al coro de los más feroces enemigos de la Revolución Cubana».

A partir de entonces el revolucionario de la literatura fue asumiendo posiciones cada vez más retrógradas. Demostró que se podía escribir La ciudad y los perrosLa casa verdeConversación en La Catedral y La guerra del fin del mundo, por ejemplo, a la vez que alinearse entusiasmado a las peores causas; que valía la pena alejarse de Cuba para abrazar a Israel; que resultaba imperativo abandonar las ideas socialistas por las neoliberales; que denunciar atropellos y crímenes del imperialismo, el colonialismo y las dictaduras en las novelas no estaba reñido con la devoción por Margaret Thatcher, o el apoyo a personajes como Uribe y Katz, Bolsonaro y Milei, Keiko Fujimori y lo más rancio de la política española; que la lucidez intelectual no era obstáculo para aceptar un marquesado y la aparición en las portadas de ¡Hola!

No se trató en su caso de un conservador errático como Borges, cuyas opiniones políticas, con frecuencia disparatadas y hasta deshonrosas, son apenas anécdotas en la trayectoria del escritor. Vargas Llosa fue, pese a su fracasada candidatura presidencial, un animal político que eligió asumir la condición de intelectual orgánico de la reacción y fue arropado por ella. Golpeó sin piedad con el martillo de la «libertad» y la «democracia» a cualquier disidente del orden liberal, y modificó a su antojo la doctrina cuando el voto lo abandonaba, al advertir que lo importante era «votar bien».

Nadie podrá privarnos del placer de continuar leyendo a Vargas Llosa, cuya excepcional novelística nos pertenece tanto como la obra de Vallejo o la de Arguedas (para ceñirnos a dos de sus más reconocidos compatriotas), pero tampoco puede nadie impedirnos reconocerlo como uno de los más influyentes ideólogos y paladines de la derecha internacional en el último medio siglo. Y que en el caso de la América Latina y el Caribe puso su talento y su prestigio a disposición de gobiernos y políticas deleznables.

En un artículo que escribiera a propósito de Julio Cortázar, Vargas Llosa se alegraba de que el autor de Rayuela hubiera tenido «un entierro sobrio, sin las previsibles payasadas de los cuervos revolucionarios». Ahora que Vargas Llosa ha muerto, los cuervos de la reacción no han perdido tiempo en levantar un monumento al escritor a secas, o al intelectual libre y desafiante del poder. Pero los pueblos tienen memoria, y en el legado de Vargas Llosa nos queda, junto a sus grandes ficciones, el recuerdo de los servicios prestados a otros poderes que aceptó sin reparos, para vergüenza y desgracia de gran parte de sus lectores.

sábado, abril 19, 2025

Carta de Haydee Santamaría a Mario Vargas Llosa

 Karlitos Marx-Publicaciones

Una noticia recorre los pasillos en redes sociales: fallece Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura. 


Si premiada fue su labor como narrador, por otra parte también fueron notables las recompensas de una élite mundial por sus “contribuciones” al “éxito” político del neoliberalismo, en detrimento de Nuestra América, la América de Bolivar, Martí, Mariategui, Chávez y Fidel. 


En este contexto quisimos compartir una carta de nuestra heroína Haydée Santamaría, a propósito de la renuncia del traidor a Casa de las Américas. 


Al final de la digna respuesta, podrán leer el documento escrito por Mario a Haydee Santamaria


Textos:


La Habana, 14 de mayo de 1971


Señor Vargas Llosa:


Usted sabe que el comité de la revista Casa de las Américas al cual supuestamente renuncia, de hecho no existe ya, pues, a sugerencia de este organismo, se acordó en enero de este año, en declaración que usted mismo suscribió, ampliarlo en lo que significaba sustituirlo por una amplia lista de colaboradores de la revista y de la institución. Y esta medida obedeció al hecho evidente de que hacía mucho tiempo que era inaceptable la divergencia de criterios en el seno de dicho comité: criterios que iban desde los realmente revolucionarios, y que eran los de la mayoría, hasta otros cada vez más alejados de posiciones revolucionarias, como habían venido siendo los de usted. Por una cuestión de delicadeza humana de que usted sabe que le hemos dado pruebas reiteradas, pensamos que esta medida era preferible a dejar sencillamente fuera del comité a gentes como usted, con quien durante años hemos discutido por su creciente proclividad a posiciones de compromiso con el imperialismo. 

Creíamos que, a pesar de esas lamentables posiciones todavía era posible que un hombre joven como usted, que un escritor que había escrito obras valiosas, rectificara sus errores y pusiera su talento al servicio de los pueblos latinoameri-canos. Su carta nos demuestra qué equivocados estuvimos al ilusionarnos de esa manera. Usted no ha tenido la menor vacilación en sumar su voz —una voz que nosotros contribuimos a que fuera escuchada al coro de los más feroces enemigos de la Revolución cubana, una Revolución que tiene lugar, como hace poco recordó Fidel, en una plaza sitiada, en condiciones durísimas, a noventa millas del imperio que ahora mismo agrede salvajemente a los pueblos indochinos. Con tales enemigos al alcance de la vista y nos pocos enemigos internos, esta, como toda Revolución, debe defenderse tenazmente o resignarse a morir, a dejar morir la esperanza que encendimos en el Moncada y en la Sierra y en Girón y en la Crisis de Octubre; a dejar morir de veras a Abel, a Camilo, al Che. Y nosotros no dejaremos nunca que esto ocurra y tomaremos las medidas que sean necesarias para que esto no ocurra. 


Por esto fue detenido un escritor, no por ser escritor, desde luego, sino por actividades contrarias a la Revolución que él mismo ha dicho haber cometido; y usted que acababa de visitar nuestro país, sin esperar a más, sin conceder el menor crédito a las que pudieran ser razones de la Revolución para proceder así, se apresuró a sumar su nombre a los de quienes aprovecharon esta coyuntura para difamar a nuestra Revolución, a Fidel, a todos nosotros. Este escritor ha reconocido sus actividades contrarrevolucionarias, a pesar de lo cual se halla libre, integrado normalmente a su trabajo. Otros escritores también han reconocido sus errores, lo que no les impide estar igualmente libres y trabajando. Pero usted no ve en todo esto sino "un lastimoso espectáculo" que no ha sido espontáneo sino prefabricado, producto de supuestas torturas y presiones.


Se ve que usted nunca se ha enfrentado al terror. Se ve que nunca ha tenido la dicha de ver a hermanos que por lo único que se conocía que eran ellos era por la voz y esa voz era para decirles a quienes les arrancaban la vida en pedazos su fe en la lucha, en la victoria final, su fe en la Revolución, en esta Revolución a cuyos peores calumniadores usted se ha sumado. Después de lo cual se sienta usted a esperar las invectivas que teme o desea. Sin embargo, Vargas Llosa, pocos como usted conocen que no ha sido nunca costumbre nuestra proferir invectivas contra gentes como usted.


Cuando en abril de 1967 usted quiso saber la opinión que tendríamos sobre la aceptación por usted del premio venezolano Rómulo Gallegos, otorgado por el gobierno de. Leoni, que significaba asesinatos, represión, traición a nuestros pueblos, nosotros le propusimos "un acto audaz, difícil y sin precedentes en la historia cultural de nuestra América: le propusimos que aceptara ese premio y entregara su importe al Che Guevara, a la lucha de los pueblos. Usted no aceptó esa sugerencia: usted se guardó ese dinero para sí, usted rechazó el extraordinario honor de haber contribuido, aunque fuera simbólicamente, a ayudar al Che Guevara. Lo menos que podemos pedirle hoy los verdaderos compañeros del Che es que no escriba ni pronuncie más ese nombre que pertenece a todos los revolucionarios del mundo, no a hombres como usted, a quien le fue mis importante comprar una casa que solidarizarse en un momento decisivo con la hazaña del Che. ¡Qué deuda impagable tiene usted contraída con los escritores latinoamericanos, a quienes no supo representar frente al Che a pesar de la oportunidad única que se le dio! Sin embargo, nosotros en aquel momento no le dedicamos invectivas por esa decisión.


Supimos, sí, a partir de entonces, que no era usted el compañero que creíamos, pero aún pensábamos que era posible una rectificación de su conducta y preferimos felicitarlo por algunas palabras dichas en la recepción del premio, considerando que tendríamos otras ocasiones de volver sobre el asunto. Tampoco recibió usted invectivas cuando, en septiembre de 1968, en la revista Caretas, y a raíz de los sucesos de Checoslovaquia, emitió usted opiniones ridículas sobre el discurso de Fidel. Ni cuando a raíz de las críticas al libro de Padilla Fuera del juego, nos enviara, en unión de otros escritores residentes en Europa, un cable en que expresaban estar "consternados por acusaciones calumniosas contra poeta Heberto Padilla" y grotescameste reafirmaban "solidaridad apoyo toda acción emprenda Casa de las Américas defensa libertad intelectual". Lo que sí hice entonces fue enviar un cable en que decía a uno de ustedes: "Inexplicable desde tan lejos puedan saber si es calumniosa o no una acusación contra Padilla. La línea cultural de la Casa de las Américas es la línea de nuestra Revolución, la Revolución cubana, y la directora de la Casa de las Américas estará siempre como me quiso el Che: con los fusibles disparados y tirando cañonazos a la redonda". Ni recibió usted invectivas cuando después de haber aceptado integrar el jurado del Premio Casa 1969, dejó de venir, sin darnos explicación alguna, porque se encontraba en una universidad norteamericana. (Por hechos como este, dicho sea entre paréntesis, nunca creímos que vendria a dictar el curso de que se habló informalmente. La pública renuncia que hace de este curso no es más que otra argucia suya. Si vino en enero de 1971, fue sobre todo para buscar el aval de la Casa de las Américas, que por supuesto no obtuvo, para la desprestigiada revista Libre que planean editar con el dinero de Patiño.) Y si, a raíz de estos y otros hechos, algunos escritores vinculados a esta Casa de las Américas discutieron privada y públicamente con usted, no se trató nunca de invectivas. La invectiva contra usted, Vargas Llosa, es su propia carta vengonzosa: ella lo presenta de cuerpo entero como lo que nos resistimos a aceptar que usted fuera: la viva imagen del escritor colonizado, despreciador de nuestros pueblos, vanidoso, confiado en que escribir bien no sólo hace perdonar actuar mal, sino permite enjuiciar a todo un proceso grandioso como la Revolución cubana, que, a pesar de errores humanos, es el más gigantesco esfuerzo hecho hasta el presente por instaurar en nuestras tierras un régimen de justicia. Hombres como usted, que anteponen sus mezquinos intereses personales a los intereses dramáticos de lo que Martí llamó "nuestras dolorosas Repúblicas", están de más en este proceso.

Confiamos, seguiremos confiando toda la vida, en los escritores que en nuestro continente ponen los intereses de sus pueblos, de nuestros pueblos, por encima de todo; en lo que pueden invocar los nombres de Bolívar, Marti, Mariátegui y Che.

Son ellos los que darán, los que le están dando ya, como en su propia tierra acaban de hacer los mejores escritores peruanos, la respuesta que usted merece. Sólo le deseo, por su bien, que algún día llegue usted a arrepentirse de haber escrito esa carta pública que constituirá para siempre su baldón; de haberse sumado a los enemigos de quienes en esta Isla hemos estado y estaremos dispuestos a inmolarnos, como nuestros compañeros vietnamitas, como nuestro hermano Che, por defender "la dignidad plena del hombre".

HAYDÉE SANTAMARÍA

Es respuesta a la carta siguiente:


Barcelona, 5 de mayo de 1971.

Cra. Haydée Santamaría,

Directora de la Casa de las Américas.

La Habana, Cuba.

Estimada compañera:

Le presento mi renuncia al comité de la revista Casa de las Américas, al que pertenezco desde 1965, y le comunico mi decisión de no ir a Cuba a dictar un curso, en enero, como le prometi durante mi último viaje a La Habana.

Comprenderá que es lo único que puedo hacer luego del discurso de Fidel fustigando a los escritores latinoamericanos que viven en Europa, a quienes nos ha prohibido la entrada en Caba por situación de Heberto Padilla? que pasamos con él, hace cuatro años, y en la que admitió de buena gana las observaciones y las críticas que le hicimos un grupo de esos intelectuales extranjeros a los que ahora llama canallas.

De todos modos, había decidido renunciar al comité y a dictar ese curso, desde que lei la confesión de Heberto Padilla y los despachos de Prensa Latina sobre el acto de la UNEAC en el CLopen haceror ReCita Malé, Pablo Armando Femández, Manuel Díaz Martfnez y conozco a todos ellos lo suficiente como para saber que ese lastimoso espectáculo no ha sido espontáneo, sino prefabricado como los juicios estalinistas de los años treinta. 

Obligar a unos compañeros, con métodos que repugnan a la dignidad humana, a acusarse de traiciones imaginarias y a firmar cartas donde hasta la sintaxis parece policial, es la negación de lo que me hizo abrazar desde el primer día la causa de la Revolución Cubana: su decisión de luchar por la justicia sin perder el respeto a los individuos. No es éste el ejemplo del socialismo que quiero para mi país. Sé que esta carta me puede acarrear invectivas: no serán peores que las que he merecido de la reacción por defender a Cuba.

Atentamente,

Mario Vargas Llosa.

jueves, abril 17, 2025

Por éxito de ventas Silvio Rodríguez sumó dos nuevas fechas en Chile

 Abr, 2025

ViaX

Música

El músico cubano visitará Chile en medio de una nueva gira por Sudamérica.

Más de 180 mil personas en la fila virtual de Puntoticket obligaron a la producción de Silvio Rodríguez en Chile a sumar dos nuevas fechas: domingo 5 de octubre a las 20.00 y el lunes 6 a las 21.00 horas, en Movistar Arena, completando cuatro conciertos con sus grandes clásicos y nuevo material discográfico.


Luego de siete años de ausencia, los fanáticos del emblemático cubano se hicieron presentes en la página de Puntoticket y en menos de tres horas agotaron las dos primeras fechas.

Venta de entradas para las nuevas fechas por el sistema PuntoTicket desde las 15.00 horas. 

Uno de los creadores de la nueva trova cubana regresa a nuestro país para dar dos fechas inolvidables, donde sus seguidores disfrutarán nuevas canciones y los grandes clásicos que se han mantenido vigentes por muchas generaciones y que aún siguen vigentes. 

En ambas presentaciones lo acompañará el grupo Trovarroco, (Rachid López y Maikel Elizarde) la flautista y clarinetista Niurka González y Oliver Valdés en la batería y la percusión, así como Jorge Reyes en el contrabajo, Jorge Aragón en el piano y Emilio Vega en el vibráfono. 

 

Silvio Rodríguez se refirió a su último disco: “Es difícil ponerle nombre a un disco. Primero iba a ser ”Canciones del siglo XXI (menos una)”. Después pensé en ”Después”. Por último, me he decidido por ”Quería saber”. Aunque quizá debería llamarse ”Quiero saber”, porque eso es lo que me mueve. La única canción que no es de este siglo es la última, o sea: ”Tonada para dos poemas” de Rubén Martínez Villena”.

Compuse esta música a principios de los 70s, cuando Roberto Fernández Retamar me pidió que hiciera un disco con poemas de Martí y le dije que no me atrevía, por la calidad de los que habían salido con la autoría de Pablo Milanés, Sara González y Amaury Pérez. Entonces Roberto me sugirió que lo hiciera con poemas de Rubén, poeta y revolucionario de los años 30, que ambos admirábamos”.

Logré musicar algunos de sus versos, pero lo único que decidí mostrar fue mi acercamiento a estas dos intensas cuartetas alejandrinas, tan vigentes! Por entonces grabé una versión con Emiliano Salvador, Eduardo Ramos y Leoginaldo Pimentel, integrantes, como yo, de aquel remoto Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (GES). Creo que esta nueva versión también vale la pena, por los excelentes músicos que me acompañan”.

“Las demás canciones, las actuales, las canté en muchos conciertos de barrio. Y creo que son como este joven y maltrecho siglo, al que espero que un buen día le crezcan las alas”







sábado, abril 12, 2025

"hay una necesidad de celebrar el encuentro, en torno a canciones de este tipo"

 

Ismael Serrano (archivo, octubre de 2023).

Foto: Camilo dos Santos

Publicado el 31 de marzo

Escribe Federico Medina en Música

 2 minutos de lectura

El sábado, el cantante y compositor español repasará sus grandes éxitos con un espectáculo sinfónico.

Luego de La canción de nuestra vida, su acústico, solitario y pospandémico último disco de estudio, Ismael Serrano parece haber optado por un camino diametralmente opuesto. Los adeptos de aquel estilo despojado con el que volvió a Montevideo en 2023 pueden seguir disfrutando de piezas de apariencia serena, en los videos que el madrileño sube a su cuenta de Instagram o estar atentos a su agenda latinoamericana, pero los más fanáticos ya sabrán que su cantante preferido decidió probar sus canciones con una orquesta de 40 músicos y que luego del buen resultado obtenido editó su álbum Sinfónico (2024).

El undécimo LP del español, grabado en Buenos Aires con la producción de su socio musical, el director y arreglista Jacob Sureda fue el punto de partida “de un sueño recurrente” que vuelve a hacer realidad en cada uno de los conciertos del espectáculo Ismael Serrano sinfónico, como el que brindará el próximo sábado en el Auditorio Nacional del Sodre.

“En este formato el repertorio adquiere un vuelo épico, por así decirlo, y la gente comparte ese punto de celebración que tiene el concierto”, cuenta Serrano, en amable diálogo con la diaria, sobre su experiencia reciente en esta modalidad con la que ya desembarcó en Madrid, Barcelona, Oviedo, Sevilla y, por segunda vez en Buenos Aires.

“Me da la sensación de que en estos tiempos oscuros en los que nos toca vivir, hay una necesidad de celebrar el encuentro, en torno a canciones de este tipo”, reflexiona, y no deja de reconocer que el festejo también corresponde a un homenaje a su propio repertorio.

Entre el sueño y la ansiedad

A la ambiciosa apuesta no le faltan anclas pesadas. El artista menciona a Metallica, Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat y Gutavo Cerati entre los colegas que lo inspiraron a intentar su versión sinfónica y cuyos intentos disfrutó con emoción: “Creo que todos los cantautores de música popular en algún momento soñamos con cantar junto a una orquesta sinfónica”, sostiene.

Entre sus versiones orquestales predilectas, incluidas en el disco y el espectáculo sinfónico, menciona la de “Recuerdo”: “Es un género de canción que a mí me gusta cultivar, que es la del relato casi río. Porque es muy larga, no tiene estribillo y cuenta una historia con presentación, nudo y desenlace. Fue todo un reto acompañar ese relato. Es una canción triste, en algún punto, y el arreglo ha quedado muy bien”. En el mismo sentido valora “La llamada”, a la que se le ha cambiado su base rítmica de reguetón por otra de vuelo cinematográfico, en el estilo de John Williams o James Horner: “El arreglista ha llevado la canción a un lugar más sosegado. Es un reto muy inspirador coger una melodía, darle la vuelta y ponerla en otro lugar”, dice.

Otra que no deja de sorprender es la relectura de “Vértigo”, una canción incluida originalmente en el primer LP de Serrano (Atrapados en azul, 1997) en la que el veinteañero de aquel entonces imaginaba su futuro: “Seremos otros/ seremos más viejos/ Y cuando por fin me observe en tu espejo/ Espero al menos que me reconozca/ Me recuerde al que soy ahora”.

“Es algo curioso cómo aparecen canciones así, que hablan sobre el paso del tiempo, la nostalgia y con tanta preocupación, cuando aún se es muy joven”, dice al respecto, aunque sabe que no está solo en el rubro. “Paul McCartney también tenía veintipoco cuando cantaba ‘Yesterday’”, dice, y recuerda que Bruce Springsteen escribió “Glory days” a los 35. Serrano piensa que podría tratarse de un síntoma recurrente o de una completa patología que afecta a compositores. Habla de ansiedad anticipatoria y asegura que la necesidad de cantar surge de un déficit.

“Viene de nuestra incapacidad, o poca tolerancia, a la hora de afrontar una pérdida, a la hora de renunciar. Nos cuesta aceptar el paso del tiempo, o lo percibimos sólo como sinónimo de algo que se pierde. Cuando vas creciendo, la vida te regala la oportunidad de vivir y valorar otras cosas. Yo tengo dos hijos, que es una de las mejores cosas que me han pasado; he conocido a gente extraordinaria, he cumplido sueños”, rescata, aunque admite que se ha resignado a convivir con ese vértigo: “Escribir canciones sigue siendo mi mejor terapia”.

Ismael Serrano sinfónico. Sábado a las 21.00 en la sala Eduardo Fabini del Auditorio Nacional del Sodre. Entradas desde $ 900 a $ 4.850 en Tickantel. 2 x 1 para la diaria

Ismael Serrano en Sevilla: la prueba de que hay sueños que se hacen realidad


La ciudad ha sido una de las paradas de este viaje por los temas más escuchados de su repertorio, esta vez con un toque sinfónico

Ismael Serrano cantando en Sevilla manuel olmedo

Cuando alguien persigue una ilusión, «los sueños se cumplen» es una de las frases más alentadoras, pero también puede ser dolorosa, porque a veces las ganas no bastan para cumplir ciertos objetivos. Por suerte, hay anhelos que, por muy imposibles que parezcan, se terminan haciendo realidad.


El cantante Ismael Serrano, vivía fantaseando con añadir a sus composiciones el toque mágico que solo una orquesta sinfónica podía ofrecer. Este fue el punto de partida de 'Ismael Serrano. Sinfónico', algo que, en palabras del artista: «se había vislumbrado en algún concierto puntual, pero no en un disco como este y, menos aún, en una gira como la de este 2025». Sevilla ha sido uno de los destinos de este viaje musical por los temas más representativos de una trayectoria que abarca, ni más ni menos, que 30 años.

Anoche, miles de personas se desplazaron al Cartuja Center para disfrutar, durante alrededor de dos horas y media, de la voz en directo de Ismael Serrano.

«Los mismos acordes, pero siendo personas diferentes»

«Decía Machado que si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo es despertar», así arrancaba Serrano su discurso, tras cantar el tema con el que inauguró la jornada, 'Sucede que a veces'. «Los sueños se cumplen, sí, a veces. Al final, todo depende de dónde hayas nacido, en qué clase social, si has recibido herencia o no… Creer no es suficiente, pero sí necesario. Quiero darle las gracias a toda esa gente que ha creído en mí, y a los que me han acompañado en estos 30 años. Vamos a darlo todo, ya lo decía Bill Murray: hagas lo que hagas, da siempre el cien por cien, a menos que estés donando sangre».

El espectáculo de Ismael Serrano de anoche no se caracterizó por la efusividad, precisamente, porque el público no cantó, si quiera, una canción completa. Eso sí, los aplausos -y alguna que otra aclamación- retumbaron fuertemente por las paredes del auditorio tras cada tema. Lo que sí protagonizó el show fue la emotividad. Ya lo adelantaba el artista antes de cantar 'Un muerto en cierras': «La gente sale de mis conciertos destacando lo mucho que ha llorado». Es fácil creerle, porque, a lo largo de la velada, se oyeron sollozos entre diferentes secciones del público.

Cuando pareció que la pena había tocado fondo, Ismael sugirió que «creo que aún podemos ahondar en la tristeza. Creo que es la canción más triste de mi repertorio, de las canciones escritas en castellano, en el mundo. Es la eterna nominada, pero que nunca gana, así que permítanme que me otorgue este premio». Así fue como presentó 'Recuerdo'.

A lo largo de su actuación, Serrano compaginó sensibilidad y humor a partes iguales, y además de deleitar con su timbre, el vallecano sorprendió a todos con simpáticas ocurrencias entre canción y canción: «Yo hablo mucho. Cuando tienes 20 años, hay muchas cosas que se quedan fuera de una canción y lo que quieres es contextualizar. Cuando tienes 30 o 40, comentas cómo ha evolucionado cada tema, explicas los matices, porque tu forma de ver la vida ha cambiado. Cuando tienes 50 o 60, hablas para darte un respiro», admitió, dando paso al siguiente tema: «Solo me callo cuando aparece ella y me dice cállate y baila».

La orquesta sinfónica que ha acompañado la actuación de Ismael  manuel olmedo

Además de 'Cállate y baila', y las mencionadas con anterioridad, el setlist estuvo compuesto por clásicos de su discografía, como 'La llamada', 'Absoluto', 'Nieve' -la canción que tiene con Pedro Guerra-, 'Si se callase el ruido' -el tema con Rozalén-, 'Vine del Norte' -la colaboración con El Kanka- o 'Ana', entre otros. Ocurre que, cuando a las composiciones de Ismael Serrano se le añade el toque sinfónico de una orquesta y un juego de luces que sigue el ritmo de la música, se obtiene como resultado un recital cuya magia recuerda a eso que transmiten las canciones de Disney.

Algunas piezas que Sevilla pudo oír en directo, llevaban décadas formando parte de la industria musical, y con las canciones ocurre lo mismo que con las personas: son las mismas, pero, con el tiempo, van cobrando un significado diferente. En esta misma línea, Ismael bromeaba con la idea de que «hay veces que decimos que los primeros temas de un artista eran los mejores, pero, ¿y si lo que echamos de menos no son esas canciones en sí, sino las personas que éramos cuando las escuchábamos? Aunque a veces es cierto que hay artistas cuyas primeras canciones eran las mejores».

Aunque en ocasiones parezca mentira, las personas evolucionan. Ayer, la capital hispalense fue testigo del crecimiento musical de un artista que lleva más de tres décadas en la música a pesar de que sus «temas no suenan en la radio». Fue un concierto tranquilo, pero cargado de emociones. El vallecano fingió un adiós, y Sevilla pensó que 'Papá cuéntame otra vez' estaba siendo la última canción. El público se puso en pie para, inocentemente, despedir a los artistas que ocupaban el escenario. Lo que nadie sabía era que el artista aún tenía dos temas guardados como un as en la manga.

La velada terminó por todo lo alto. Con 'La canción de nuestras vidas' y palmas en cada estribillo de la misma, Ismael Serrano puso el broche de oro al viaje musical. Sevilla lo hizo con una gran ovación en honor al artista, que, a través de su delicadeza, había logrado penetrar en cada uno de los corazones presentes en la sala.

Yo soy de Pedro

Luis García Montero @lgm_com 2 de agosto de 2025 19:17h Vivimos un tiempo de rabia y de malos sueños. Las dinámicas de la crispación polít...