jueves, julio 27, 2006

Cancionero de Violeta Parra


Gracias a la vida.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

(1964-1965)


Que dirá el Santo Padre(o el santo padre)

Miren cómo nos hablan
de libertad
cuando de ella nos privan
en realidad.
Miren cómo pregonan
tranquilidad
cuando nos atormenta
la autoridad.

¿Qué dirá el Santo Padre
que vive en Roma,
que le están degollando
a su paloma?


Miren cómo nos
hablan del paraíso
cuando nos llueven balas
como granizo.
Miren el entusiasmo
con la sentencia
sabiendo que mataban
a la inocencia.

El que ofició la muerte
como un verdugo
tranquilo está tomando
su desayuno.
Con esto se pusieron
la soga al cuello,
el quinto mandamiento
no tiene sello.

Mientras más injusticias,
señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma
para cantar.
Lindo segar el trigo
en el sembrao,
regado con tu sangre
Julián Grimau.


(1960-1963)



YO Canto a la diferencia


Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso.
Yo canto la diferencia
que hay de lo cierto a lo falso.
De lo contrario, no canto.

Les voy a hablar en seguida
de un caso muy alarmante:
atención al auditorio
que va a tragarse el purgante,
ahora que celebramos
el dieciocho más galante
la bandera es un calmante.

Yo paso el mes de septiembre
con el corazón crecido
de pena y de sufrimiento
del ver mi pueblo afligido.
El pueblo amando a la patria
y tan mal correspondido.
El emblema por testigo.

En comandos importantes
juramento a la bandera.
Sus palabras me repican
de tricolor las cadenas,
con alguaciles armados
en plazas y en alamedas
y al frente de las iglesias.

Los ángeles de la guarda
vinieron de otro planeta
porque su mirada turbia
su sangre de mala fiesta
profanos suenan tambores
clarines y bayonetas
dolorosa la retreta.

Afirmo, señor ministro,
que se murió la verdad.
Hoy día se jura en falso
por puro gusto, no más.
Engañan al inocente
sin ni una necesidad,
y arriba la libertad.

Ahí pasa el señor vicario
con su palabra bendita.
¿Podría, su Santidad,
oírme una palabrita?
Los niños andan con hambre,
les dan una medallita,
o bien una banderita.

Por eso, su Señoría,
dice el sabio Salomón,
hay descontento en el cielo,
en Chuqui y en Concepción.
Ya no florece el copihue
y no canta el picaflor.
Centenario de dolor.

Un caballero pudiente
agudo como un puñal
me mira con la mirada
de un poderoso volcán
y con relámpagos de oro
desliza su Cadillac.
¡Y viva la libertad!

De arriba alumbra la luna
con tan amarga verdad
la vivienda de la Luisa
que espera maternidad.
Sus gritos llegan al cielo.
Nadie la habrá de escuchar
en la fiesta nacional.

No tiene fuego la Luisa,
ni lámpara, ni pañal.
El niño nació en las manos
de la que cantando está.
Por un reguero de sangre
mañana irá el Cadillac.
¡Y viva la libertad!

La fecha más resaltante,
la bandera nacional.
La Luisa no tiene casa.
La parada militar.
Y si va al parque la Luisa
¿Adónde va a regresar?
Cueca amarga militar.

Yo soy a la chillaneja,
señores, para cantar.
Si yo levanto mi grito
no es tan sólo por gritar.
Perdóneme el auditorio
si ofende mi claridad.
Cueca larga militar.

(1954-1957)


Arauco tiene una pena (o Levántante Huenchullán)
Arauco tiene una pena
que no la puedo callar,
son injusticias de siglos
que todos ven aplicar,
nadie le ha puesto remedio
pudiéndolo remediar.
Levántate, Huenchullán.

Un día llega de lejos
Huescufe conquistador,
buscando montañas de oro,
que el indio nunca buscó,
al indio le basta el oro
que le relumbra del sol.
Levántate, Curimón. .

Entonces corre la sangre,
no sabe el indio qué hacer,
le van a quitar su tierra,
la tiene que defender,
el indio se cae muerto,
y el afuerino de pie.
Levántate, Manquilef

Adónde se fue Lautaro
perdido en el cielo azul,
y el alma de Galvarino
se la llevó el viento Sur,
por eso pasan llorando
los cueros de su kultrún.
Levántate, pues, Callfull.

Del año mil cuatrocientos
que el indio afligido está,
a la sombra de su ruca
lo pueden ver lloriquear,
totora de cinco siglos
nunca se habrá de secar.
Levántate, Callupán.

Arauco tiene una pena
más negra que su chamal,
ya no son los españoles
los que les hacen llorar,
hoy son los propios chilenos
los que les quitan su pan.
Levántate, Pailahuán.

Ya rugen las votaciones,
se escuchan por no dejar,
pero el quejido del indio
¿por qué no se escuchará?
Aunque resuene en la tumba
la voz de Caupolicán,
levántate, Huenchullán.

(1960-1963)


Qué he sacado con quererte


¿Qué he sacado con la luna, ay ay ay,
que los dos miramos juntos, ay ay ay,
qué he sacado con los nombres, ay ay ay,
estampados en el muro ay ay ay?
Como cambia el calendario, ay ay ay,
cambia todo en este mundo, ay ay ay.
Ay ay ay
ay.

¿Qué he sacado con el lirio, ay ay ay,
que plantamos en el patio, ay ay ay?,
no era uno el que plantaba, ay ay ay,
eran dos enamorados, ay ay ay.
Hortelano, tu plantío, ay ay ay,
con el tiempo no ha cambiado, ay. ay ay.
Ay ay ay
ay.

¿Qué he sacado con la sombra, ay ay ay
del aromo por testigo, ay ay ay,
y los cuatro pies marcados, ay ay ay,
en la orilla del camino, ay ay ay?
¿Qué he sacado con quererte, ay ay ay,
clavelito florecido, ay ay ay?
Ay ay ay
ay.

Aquí está la misma luna, ay ay ay,
y en el patio el blanco lirio, ay ay ay,
los dos nombres en el muro, ay ay ay,
y tu rostro en el camino, ay ay ay.
Pero tú, paloma ingrata, ay ay ay,
ya no arrullas en mi nido, ay ay ay.
Ay ay ay
ay.

(1964-1965)
Los pueblos americanos

Mi vida, los pueblos americanos,
mi vida, se sienten acongojados,
Mi vida, porque los gobernadores,
mi vida, los tienen tan separados.

Cuándo será ese cuando,
señor fiscal,
que la América sea
sólo un pilar.

Sólo un pilar, ay sí,
y una bandera,
que terminen los líos
en las fronteras.

Por un puñao de tierra
no quiero guerra.

(1964-1965)



o te quiero sino porque te quiero
(o Te quiero sólo porque a ti te quiero)


(Pablo Neruda - Violeta Parra)

(Soneto LXVI de ”Cien sonetos de amor” (1959))



No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.


(1957-1960)



Paloma ausente


(Violeta Parra)

[Cancionero de Ángel Parra]


Cinco noches que lloro por los caminos,
cinco cartas escritas que lleva el viento,
cinco pañuelos negros son los testigos
de los cinco dolores que llevo adentro.

Paloma ausente,
blanca paloma:
rosa naciente.


Paso lunas enteras mirando al cielo
con un solo deseo en el pensamiento:
quién no descendería a mi palomita,
la que viene'escondida en los elementos.

Dice un papel escrito con tinta verde,
que teniendo paciencia todo se alcanza.
Una que bien la tuvo salió bailando
de su jardín al arco de las alianzas.

Una jaula del aire viene bajando
con todos sus barrotes de calamina:
todos los pajarillos vienen trinando;
sin embargo, distingo a mi golondrina.

Voy a ponerme un traje de mariposa
mañana cuando llegue mi palomita,
en los dedos banderas de tres colores
y en las pestañas miles de candelillas.

(1964-1965)


http://www.cancioneros.com/index.php?MH=aa.php?NM=232






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