lunes, septiembre 22, 2025

Escalinata universitaria de La Habana: un altar de la trova, la solidaridad y la esperanza (+Fotos)

 



Silvio Rodríguez convierte la escalinata universitaria en un altar de la trova y la esperanza

 Cuba en Resumen


Fotos por Syara Salado Massip / Video: Víctor Villalba, Resumen Latinoamericano, Corresponsalía en Cuba


Texto por Verónica Alemán Cruz y Enrique González Díaz (Enro)


Hay voces que no solo cantan: dibujan mapas invisibles, trazan rutas emocionales, fundan territorios de memoria. En Cuba, así sucede con Silvio Rodríguez. Su voz es brújula y paisaje, testimonio y refugio.


A través de sus canciones, la nación se revela no como una extensión de tierra, sino como una experiencia compartida, una sensibilidad colectiva que se reconoce en la metáfora, en la utopía, en los deseos y en la esperanza.


La noche de este 19 de septiembre, la escalinata de la Universidad de La Habana se convirtió en un altar de la canción comprometida. Miles de personas de todas las edades se congregaron para escuchar a Silvio Rodríguez, el trovador mayor. El concierto, más que un espectáculo, fue testimonio, historia y alma.







Y es que Silvio canta por los que no tienen voz, por los que sueñan, por los que resisten. Su trova ha sido abrigo en tiempos de reafirmaciones, espejo en épocas de cambio, y faro en medio de las dificultades.


En sus versos habita la infancia de un país, la juventud de sus ideales, la madurez típica de sus preguntas. Cada canción es una coordenada afectiva que nos permite recorrer Cuba desde lo íntimo, desde lo ético, desde lo profundamente humano.


Destacó la presencia, entre los asistentes, del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y de su compañera, Lis Cuesta, quienes también disfrutaron en primera línea, acompañados por miembros del gobierno y figuras de la cultura nacional.


“Ala de colibrí” inició un concierto lleno de pasiones, donde la ternura se volvió consigna y la poesía, bandera. Cada gesto, cada mirada compartida, tejía un puente de solidaridad con Palestina, como si el arte pudiera volar sobre los muros y sembrar esperanza en los escombros.



“Lo que no te perdono es haberme besado”, entonaban a viva voz jóvenes  de la FEU y otros que conocen de punta a cabo sus textos o los de legendarios trovadores como Noel Nicola, recordado por Silvio, como también a Vicente Feliú. La noche, fresca y diferente a los días anteriores cargados de lluvia, parecía acompañar en el disfrute. La cultura, en el canto de Silvio, recalca es fuerza de resistencia y creación.


Entre las disímiles canciones que se escucharon, “Yolanda”, de Pablo Milanés; “Escaramujo”, “Quién fuera” y “La Era está pariendo un corazón”, por solo citar algunas, la mayoría constituyeron coros a viva voz de los allí presentes.


El bardo nos trajo el recuerdo, con “Ojalá”, de ese inexorable tema que ha atravesado generaciones como un lamento de amor y de ruptura, pero también como una metáfora de la vida. Silvio la interpretó con la sobriedad de quien conoce el peso de sus palabras.







“Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda” resonó como ritual de esperanza. El público, en un coro de significativa belleza, convirtió la canción en un espacio para todos.


Asimismo llegó “Quién fuera”, por muchos conocida como “Corazón”, una pieza íntima donde Silvio toca la sensibilidad de quienes siguen creyendo en el amor como trinchera. La melodía suave y los versos cargados de ternura envolvieron la escalinata en una atmósfera de calidez.


Otro momento especial de la velada fue “La era está pariendo un corazón”, una canción que sigue vigente porque la injusticia no ha caducado. La interpretación fue intensa, casi combativa.


“La era está pariendo un corazón / No puede más, se muere de dolor” se convirtió en un grito compartido por estudiantes, trabajadores, abuelos y jóvenes que llenaban la escalinata. Fue el instante en que la trova se tornó espíritu de lucha.


“Yo me muero como viví” constituyó esa declaración de principios que no necesita adornos. Fue el instante de una noche que celebró la coherencia, la dignidad y la fidelidad a los ideales.


Una guitarra, dos horas, la voz de Silvio junto a su familia y músicos y una escalinata que ha sido testigo de luchas y esperanzas, volvió a demostrar que la trova no es nostalgia, sino presente. Que sus canciones no son reliquias, sino herramientas. Y que mientras haya injusticia, habrá poesía en el mundo para combatirla. 


(Con información de Cubadebate)


Silvio llenó de poesía y melodía la escalinata universitaria


Alain Amador Pardo / Imagen: Iván Soca

La Jiribilla

Los predios de las intersecciones de San Lázaro y calle L, justo frente a la escalinata de la Universidad de La Habana, marcaron el inicio de una nueva gira latinoamericana del cantautor y fundador del Movimiento de la Nueva Trova, Silvio Rodríguez, quien, arropado por jóvenes, estudiantes y pueblo en general, y en presencia del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, escuchó los espontáneos coros a viejas y recientes canciones.


“Ala de colibrí”, entre esas de siempre, dio inicio a una velada colmada de pasiones, solidaridad por la causa del pueblo palestino, y la siempre presente lección martiana cuando el poeta cantor evocó entre aplausos el artículo “Maestros Ambulantes” y aquello de “ser bueno es el único modo de ser dichoso, ser culto es el único modo de ser libre, pero ser próspero es el único modo de ser bueno”.

La gira “Silvio Rodríguez Tour 2025 ¡Sudamérica en Vivo!”, marca el regreso del trovador a escenarios latinoamericanos tras tres años de ausencia, con presentaciones en Chile, Argentina, Uruguay, Perú y Colombia.

El recital incluyó una veintena de creaciones, algunas en franco diálogo con los ausentes-presentes, esos que faltaron porque la vida no les alcanzó para vivir esta tarde noche de septiembre; junto a temas clásicos y canciones de su más reciente álbum, Quería Saber, grabado en los estudios Ojalá y estrenado en las plataformas digitales en junio de 2024.

Silvio estuvo acompañado por músicos que repiten experiencia frente a multitudes y compromisos: al piano Jorge Aragón, en la batería, congas y percusiones, Oliver Valdés; en los teclados, Emilio Vega; Jorge Reyes al contrabajo; el tres a cargo de Maykel Elizarde; en las guitarras segundas, Rachid López; y en la flauta, clarinete y coros, Niurka González.


Silvio, poeta y cronista de la Revolución cubana y de los pueblos del continente. Foto: Iván Soca

La gira “Silvio Rodríguez Tour 2025 ¡Sudamérica en Vivo!”, marca el regreso del trovador a escenarios latinoamericanos tras tres años de ausencia, con presentaciones en Chile, Argentina, Uruguay, Perú y Colombia.

Mientras La Habana este viernes se llenó por dos horas de versos, melodías y compromisos, muchos hermanos del continente se dieron cita mezclados con cubanos de varias generaciones, entre los escalones de la tricentenaria universidad, quizás como multitudinario anticipo de memorables conciertos en las más importantes plazas y teatros de Latinoamérica.

Esta nueva gira del influyente creador, poeta, y cronista de la Revolución cubana y de los pueblos del continente, será una oportunidad para escuchar melodías enraizadas en el imaginario popular, y una de las voces más lúcidas de la canción de autor del siglo XX y lo que va del XXI.





Fotos: Luís Jiménez / ACN

Tomado de ACN

Vietnam gana Intervisión en Rusia con el joven Duc Phuc (+ Video)


21 septiembre 2025 

El vietnamita ganó Intervisión 2025 con una actuación simbólica y emotiva sobre la soberanía, que convenció al jurado de merecer el mayor premio entre 22 países.

El joven cantante vietnamita Duc Phuc, de 28 años y oriundo de Hanói, se convirtió en el gran ganador del Festival Intervisión 2025, celebrado en el Live Arena de Moscú.

El artista, conocido por interpretar baladas románticas en vietnamita e inglés, cautivó tanto al jurado como al público internacional.

“Fue una sorpresa para mí tener tantos fans aquí. Estoy muy agradecido a todos los espectadores”, declaró tras recibir la Copa de Cristal y un premio económico de 30 millones de rublos.

Phuc, que inició su carrera musical desde temprana edad, alcanzó notoriedad en 2015 al ganar La Voz de Vietnam. Desde entonces ha consolidado una amplia base de seguidores, especialmente entre el público femenino, gracias a su estilo melódico y su capacidad de transmitir emociones.

En el certamen, Duc Phuc presentó la canción Phu Dong Thien Vuong, compuesta por Ho Hoai Anh e inspirada en la leyenda del héroe Thanh Giong, el joven campesino que cabalgó sobre un caballo de hierro para defender a Vietnam de los invasores An.

La pieza, basada en el poema Tre Viet Nam de Nguyen Duy, transmitió un poderoso mensaje de vitalidad, valentía y resiliencia.

La puesta en escena, cuidadosamente diseñada, incluyó símbolos culturales como sombreros cónicos y esteras de juncia.

La interpretación, de 3 minutos y 30 segundos, culminó con la imagen de San Giong ascendiendo al cielo, representación de la fuerza inmortal de la nación vietnamita.

La comentarista rusa Yana Churikova elogió la presentación:

Esta es una de las actuaciones de Intervisión con mayor elaboración escénica de este año. Estoy impresionada con la disciplina y la dedicación de Duc Phuc: cada paso, cada detalle, fue cuidadosamente calculado para luego sublimar su belleza en el escenario”.

En Moscú estuvo acompañado por un equipo de 14 personas, quienes trabajaron en cada detalle de su presentación. “Ni siquiera podía imaginar que ganaría una competencia de tan gran escala”, reconoció el artista.

Desde su irrupción en la música tras ganar La Voz de Vietnam en 2015, Phuc ha desarrollado una carrera marcada por la disciplina y la sensibilidad interpretativa.

La participación latinoamericana en Rusia


El vietnamita ganó Intervisión 2025 con una actuación simbólica y emotiva sobre la soberanía, que convenció al jurado de merecer el mayor premio entre 22 países.

América Latina también tuvo un papel destacado en el certamen. Cuba, con Zulema Iglesias y su tema Guaguancó, fue una de las artistas más aclamadas por su energía y autenticidad.

Colombia estuvo representada por Nidia Góngora, quien interpretó En los manglares, llevando al escenario la memoria y los sonidos del Pacífico.

Brasil presentó al dúo Luciano Calazans y Taïs Nader, que fusionaron tradición y modernidad, mientras que Venezuela participó con Omar Acedo y su canción La Fiesta de la Paz, un tema con mensaje de fraternidad y unidad entre naciones.

Aunque no obtuvieron los primeros lugares, las actuaciones latinoamericanas dejaron una huella en el festival al resaltar la diversidad cultural y la fuerza interpretativa de la región.

De todos ellos, Colombia fue el país que más alta calificación obtuvo con 347 puntos.

Rusia renuncia a competir en Intervisión

Un hecho llamativo de esta edición fue la decisión de Rusia, país anfitrión, de no presentar candidato propio. El Ministerio de Cultura explicó que la medida respondía a un principio de “ética cultural”.

Y con el fin de garantizar imparcialidad y evitar suspicacias sobre favoritismos en un evento concebido como espacio de cooperación artística y diplomática, luego de su primer tema, Shaman se despidió de la competencia.

La edición también estuvo marcada por nuevamente los intentos de Estados Unidos de frenar o manchar la celebración musical. La cantante Vassy, representante de Estados Unidos, denunció haber recibido fuertes presiones para no participar en la competencia, lo que abrió un debate sobre la utilización del arte como herramienta de confrontación geopolítica.

Aun así, la artista decidió mantener su presencia, destacando que “la música debe ser un puente y no un campo de batalla”.

Una victoria con proyección para Vietnam


El vietnamita ganó Intervisión 2025 con una actuación simbólica y emotiva sobre la soberanía, que convenció al jurado de merecer el mayor premio entre 22 países.

Tras su triunfo, Duc Phuc aseguró que parte del premio lo invertirá en su carrera artística: “Usaría los fondos restantes para crear nuevas canciones para que haya aún más momentos felices”, señaló.

Su victoria no solo confirma el creciente peso cultural de Vietnam en la escena internacional, sino que también refuerza la vocación de Intervisión como espacio para el intercambio, la diversidad y la unión entre pueblos.


(Tomado de ALMA Plus)


En fotos: Así se celebró Intervisión en Rusia


Este sábado, Moscú fue el escenario de la final del concurso internacional de canción Intervisión, que ha ganado el vietnamita Duc Phuc con el tema 'Phu Dong Thien Vuong'. Los representantes de Kirguistán y Catar quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.


El certamen reunió a músicos de más de 20 naciones que demostraron la diversidad cultural del mundo contemporáneo.

Este sábado Moscú fue el escenario de la final del concurso internacional de canción Intervisión.
Dana Al Meer de Catar.

Nidia Góngora de Colombia.

Nastia Krávchenko de Bielorrusia.

Denise & D-Lain de Madagascar.

Farrukh Hasanov de Tayikistán.


Yaroslav Drónov (Shamán) de Rusia.



Rauhan Malik de la India.

Zulema Iglesias Salazar de Cuba.



Shokhrukh Ganiev de Uzbekistán.


En video, el reporte de RT


domingo, septiembre 14, 2025

Echemos a esa gente de nuestros conciertos


La mitad de la gente sobra, molesta y lo estropea todo. Se han cargado la mejor experiencia que existe, vestido o desnudo, para convertirla en la víctima definitiva de las redes sociales y el postureo

El público graba durante un concierto en Madrid.
El público graba durante un concierto en Madrid. Alberto Di Lolli

Pueden leer esta columna imaginándome como al abuelo Simpson gritando a una nube. Lo asumo, pero que el viejo enfadado luche contra molinos no implica que no tenga razón. La tengo. La mitad de la gente que va a los conciertos sobra, molesta, lo estropea todo. Se han cargado la mejor experiencia que existe, vestido o desnudo, para convertirla en la víctima definitiva de las redes sociales y el postureo. Como cuando cogieron al pobre atún y lo convirtieron en vulgar tartar porque era más fotogénico.

La última vez que Radiohead vino a Madrid, en 2003, aún era una de las bandas más aclamadas del planeta. Tocó en Las Ventas una sola noche y no llenó. Fuimos 16.000, estupenda entrada, pero sobraron unas 4.000 localidades. Ahora que vuelven para sus primeros conciertos en siete años van a llenar cuatro veces el Movistar Arena (17.500 de aforo) y hubieran podido reventar ocho.

El proceso de compra ha sido enrevesado. Registro previo en dos fases, espera de días mientras cribaban los bots para reventa y favorecían las peticiones de la misma ciudad y una tensa espera para ver si te aceptaban. Cinco amigos seguimos el proceso, todos residentes en Madrid, y los cinco recibimos el mismo mensaje: «Lamentablemente, no se te ha asignado un código al azar para la venta». Van a sacar (restemos compromisos) 60.000 entradas y cero de cinco. No es mala suerte, es que las peticiones han sido desorbitadas. ¿De dónde salen, repentinamente, todos esos fans de una banda que ni en su mejor momento vendía demasiado en España? Fácil. No lo son, son intrusos buscando algo de lo que presumir ahora que ir a conciertos es el ir a Pachá de los 90.

Para saber más

Admitamos que el factor nostalgia empuja a ir a gente a la que en su día le gustó razonablemente el grupo sin volverle loco. Vale, a esos les dejo ir. Pero Radiohead no es Oasis Nirvana, no ilustra camisetas de H&M y Primark ni su regreso es un suceso planetario. A los farsantes les da igual, pero acudirán en manada porque les hace sentirse más interesantes de lo que son y, mientras, joden el concierto a los que sí quieren estar allí. Lo que era un problema de festivales, las broncas con idiotas hablando de espaldas al escenario, lo tienes hoy en cualquier sala.

Hace poco, el propio artista pidió que durante ¡una! canción se guardara silencio. A mi lado, un tolai que llevaba toda la noche pendiente de grabar vídeos e (intentar) ligar ignoró ruidosamente la solicitud. Se lo afeé. "Esto es un concierto, no una misa", me dijo. Intentando que no escalara la cosa, le pedí que respetara al músico. "No es nadie para mandarme callar. Yo le pago la entrada y él canta". Lo que pasó luego no es publicable, pero ese fantoche irá a Radiohead. Fijo. El exhibicionismo y la farsa han tomado los conciertos. Hay que echarlos.



Escalinata universitaria de La Habana: un altar de la trova, la solidaridad y la esperanza (+Fotos)

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