Nuestras fiestas mayores privatizadas.
Al Ojo de Aguila. Rosario Ruiz del Moral
En realidad no me gusta criticar las dos fiestas más importantes de nuestra ciudad, la Semana Santa y la Feria de Abril, pero hay que cosas que no se pueden pasar por alto, así que comenzares con la Semana Santa. Nunca me importo meterme en cualquier bulla para poder ver de cerca mis procesiones favoritas hasta que llegaron mis hijas, y claro
, con dos niñas pequeñas era peligroso. Sin embargo, nos buscábamos las mañas y aunque fuera de lejos, de cualquier calle que diera a la carrera oficial podíamos satisfacer nuestra necesidad de admirar esas figuras que tanto significan para nosotros. Desde hace un par de años resulta imposible ver los pasos ni de lejos, a alguien se le ocurrió poner planchas de hierro por todos los limites de la carrera oficial, ya solo los que pagan pueden ver sus pasos favoritos. Las sillas se han multiplicado como champiñones, para ver hay que pagar, ni desde correos se pueden ver entrar a los cortejos. Me parecen penoso que para disfrutar de algo tan nuestro tengamos que pagar, la Semana Santa se esta privatizando, y cada vez somos mas los que después de ver “la de nuestro barrio” decidimos irnos de la ciudad, total para lo que se puede ver.En nuestra Feria, el tema es muy parecido, la mayoría de las casetas son privadas, y que conste que comprendo a los que se gastan sus buenos dineros en poner una caseta para uso y disfrute
privado. Lo que me resulta lamentable es que las privadas sean muchisimas y las publicas poquisimas, cuando deberían ser al contrario. Y por favor no me vengan con el cuento de que todo el mundo tiene algún conocido que tenga caseta, porque no es verdad, conozco mucha gente que no va a la feria porque no tiene donde sentarse a descansar y tomarse una cervecita. 
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